El Arte es un lugar de Encuentro.
No hablamos del Arte como un espacio a parte, restringido a los museos o teatros, o a unos instantes de nuestras vidas, sino del Arte como Lugar de Encuentro, traspasando todas las dimensiones de nuestras vidas, desde lo mas hondo e íntimo a lo mas compartido ; Espacio de Encuentro consigo mismo, con el otro y con el Otro. El Arte nos acompaña en lo quotidano y nos da de ir siendo comunidad ; nos da de volver al sentido sagrado de la vida, de « tocar » el sentido de trascendencia de lo quotidiano.
El Arte es un lugar de liberación.
Espacio de nacimiento o de transformación, de liberación de muchos miedos, prejuicios… Liberarse y ahondar, llegar a espacios nuevos para dejar surgir lo desconocido, frágil y fuerte de la vida, mas potente que cualquier carga exterior. El Arte es la mejor respuesta a cualquier violencia, la mejor propuesta al servicio de la convivencia.
El Arte al servicio de la vida.
El Arte permite la relación. Nos da de ser curiosos, con nosotros mismos, con los otros, nos abre a otra mirada : que el otro sea lugar de sorpresa !
El Arte integra y valora el cuerpo, como lugar sagrado. Y se trata tanto de mi cuerpo como del cuerpo del otro.
El Arte da la capacidad de maravillarse, hacia si mismo, hacia el otro y con el otro.
El Arte relaciona y responsabiliza.
El Arte pone a cada uno en camino : da de sentir, pensar y tomar decisiones, llegar a una cierta autonomía, hacia un conocimiento personal, para todos.
El Arte convoca, provoca y acciona ! Pone en relación para compartir y servir.
El Arte, en todas sus manifestaciones, nos pone en movimiento, invitándonos a reconocer el don de nuestras vidas, lo que tenemos dentro, lo que nos hace personas, dignas, únicas, valiosas, en camino de libertad, de liberación, de humanidad, personas en relación, hechas para amar y ser amadas, para servir la vida, en nuestra capacidad de altruismo.
El Arte nos abre a lo mas íntimo de nuestro ser, para abrirnos al mundo.
